Entrevista a María Canosa y Marcos Viso
María Canosa- Marcos Viso
AuriaTV, María Canosa y Marcos viso
Presentación del libro, Parar o Mundo
Mario González Sánchez
Marcos Viso
Nací en 1973 en la ciudad de Ourense, Galicia, donde resido actualmente.
Arquitecto Técnico de profesión hasta la primavera del 2013, cuando nace mi hija, Iria, quien me enseña que en la vida uno necesita disfrutar con cada nuevo pasito que da, por pequeño que sea.
Así que un día olvidé ponerme el casco blanco y empecé a dibujar lo que soñaba. Y a veces, los sueños, me dibujan una gran sonrisa.
Virada por avante -De Mañana. El tiempo pasaba y pasó Agosto.
Me dedicaba a enviar emails a Editoriales y Agencias, promocionando mi portafolio, sin más recompensa que de vez en cuando mensajes enlatados que te vienen a sugerir que sigas probando suerte. Por qué no reconocerlo… me estaba empequeñeciendo ante la frustración que sentía.
Así que me decidí a dar un cambio de Rumbo, necesitaba promocionar mi trabajo pero realizar un álbum ilustrado encaminado a un único tipo de cliente era demasiado absorbente. Sentía la necesidad de abrirme a otros mercados, a otros clientes. Necesitaba crear otro tipo de producto.
Y con el objetivo de darme a conocer a un mayor número de clientes potenciales empecé a pensar en cómo darle forma, al poco tiempo la idea estaba clara, se trataba de crear un material que basándose en la Ilustración se pudiese adaptar a diferentes soportes, creando diferentes posibilidades como postales, marcapáginas, chapas… pero que también dijesen a las claras que podrían ser aplicables al mercado Editorial como carteles, portadas, ilustración de artículos de revistas y prensa.
María Canosa
Nunca ha tenido miedo a la hoja en blanco y en ello ha debido de influir ser hija de una escritora. "Para mí era normal ver a mi madre escribir en su mesa, era lo que ella hacía", explica la escritora María Canosa (Cee, 1978), hija de la también autora Concha Blanco.
En ese entorno Canosa comenzó a "crear" piezas literarias antes de saber escribir, cuando apenas comenzaba a hablar. "Con tres años", dijo en una entrevista con Efe, "ya inventaba poemas y mis padres copiaban algunos".
Los derroteros académicos la llevaron por otras sendas y terminó estudiando Ingeniería de Caminos, pero sin dejar nunca la literatura, "¡y quién me diría que iba terminar teniendo solo trabajo por mi rama de letras, porque ahora como ingeniera no tengo trabajo!", exclama.
No son suficientes los dedos de las manos para contar las obras que tiene editadas desde que a finales de los 90 se publicase su primer trabajo "Bramido maino", una novela que escribió un lluvioso verano en el pueblo de su madre cuando contaba 13 años.
Desde entonces todo ha fluido en esta autora que escribe "por impulsos". Sus obras publicadas se dirigen principalmente al sector juvenil e infantil, aunque le gustaría publicar novelas para adultos, y, de hecho, "tengo alguna escrita, aunque quizás no es comercial o lo que las editoras quieren promover en este momento".
Admite no sentir la necesidad imperiosa de "pasar por ese trámite" y dar el salto a la literatura adulta, pese a que "a veces parece que mientras no escribes para adultos no eres escritor en mayúsculas".
Nací en 1973 en la ciudad de Ourense, Galicia, donde resido actualmente.
Arquitecto Técnico de profesión hasta la primavera del 2013, cuando nace mi hija, Iria, quien me enseña que en la vida uno necesita disfrutar con cada nuevo pasito que da, por pequeño que sea.
Así que un día olvidé ponerme el casco blanco y empecé a dibujar lo que soñaba. Y a veces, los sueños, me dibujan una gran sonrisa.
Virada por avante -De Mañana. El tiempo pasaba y pasó Agosto.
Me dedicaba a enviar emails a Editoriales y Agencias, promocionando mi portafolio, sin más recompensa que de vez en cuando mensajes enlatados que te vienen a sugerir que sigas probando suerte. Por qué no reconocerlo… me estaba empequeñeciendo ante la frustración que sentía.
Así que me decidí a dar un cambio de Rumbo, necesitaba promocionar mi trabajo pero realizar un álbum ilustrado encaminado a un único tipo de cliente era demasiado absorbente. Sentía la necesidad de abrirme a otros mercados, a otros clientes. Necesitaba crear otro tipo de producto.
Y con el objetivo de darme a conocer a un mayor número de clientes potenciales empecé a pensar en cómo darle forma, al poco tiempo la idea estaba clara, se trataba de crear un material que basándose en la Ilustración se pudiese adaptar a diferentes soportes, creando diferentes posibilidades como postales, marcapáginas, chapas… pero que también dijesen a las claras que podrían ser aplicables al mercado Editorial como carteles, portadas, ilustración de artículos de revistas y prensa.
María Canosa
Nunca ha tenido miedo a la hoja en blanco y en ello ha debido de influir ser hija de una escritora. "Para mí era normal ver a mi madre escribir en su mesa, era lo que ella hacía", explica la escritora María Canosa (Cee, 1978), hija de la también autora Concha Blanco.
En ese entorno Canosa comenzó a "crear" piezas literarias antes de saber escribir, cuando apenas comenzaba a hablar. "Con tres años", dijo en una entrevista con Efe, "ya inventaba poemas y mis padres copiaban algunos".
Los derroteros académicos la llevaron por otras sendas y terminó estudiando Ingeniería de Caminos, pero sin dejar nunca la literatura, "¡y quién me diría que iba terminar teniendo solo trabajo por mi rama de letras, porque ahora como ingeniera no tengo trabajo!", exclama.
No son suficientes los dedos de las manos para contar las obras que tiene editadas desde que a finales de los 90 se publicase su primer trabajo "Bramido maino", una novela que escribió un lluvioso verano en el pueblo de su madre cuando contaba 13 años.
Desde entonces todo ha fluido en esta autora que escribe "por impulsos". Sus obras publicadas se dirigen principalmente al sector juvenil e infantil, aunque le gustaría publicar novelas para adultos, y, de hecho, "tengo alguna escrita, aunque quizás no es comercial o lo que las editoras quieren promover en este momento".
Admite no sentir la necesidad imperiosa de "pasar por ese trámite" y dar el salto a la literatura adulta, pese a que "a veces parece que mientras no escribes para adultos no eres escritor en mayúsculas".
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