Entrevista a La Akademia
Entrevista a La Akademia
Entrevista a los responsables del proyecto
La Akademia
AuriaTV
Mario González Sánchez
LA AKADEMIA
Educación emocional gratuita para jóvenes extraordinarios.
El sistema educativo ha quedado completamente obsoleto.
Proyecto educativo que desarrolla el potencial de los jóvenes.
La Akademia es un proyecto educativo vinculado y avalado por el Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo de la Universidad de Barcelona. De forma completamente gratuita, promueve la educación emocional entre jóvenes de 16 y 22 años. Su finalidad es acompañar a chavales sensibles y curiosos para que aprendan a ser felices y descubran quiénes verdaderamente son, encontrando el sentido que quieren darle a sus vidas. A través del autoconocimiento y la responsabilidad personal, inspira a que los jóvenes sanen su autoestima, cultiven la confianza en sí mismos y desarrollen todo su potencial, emprendiendo una función profesional útil, creativa y con sentido en la nueva Era del Conocimiento.
El nombre La Akademia está inspirado en la Academia de Atenas, una escuela filosófica fundada por Platón en el siglo IV a C. en los jardines de Akademo, un héroe legendario de la mitología griega. Su objetivo consistía en promover la sabiduría entre los jóvenes.
Hace ya algún tiempo que me pregunto qué habría sido de mi futuro si alguien hubiera plantado en mí una semilla, pero una semilla “especial”, “mágica”, que al nacer en mi interior me hubiese dado las herramientas necesarias para tener un crecimiento exponencial como persona.
Todos en la vida deberíamos en algún momento cuestionarnos para que estamos aquí, cual es nuestro propósito, o en donde y en quien queremos dejar huella. La famosa crisis de los cuarenta no es más que eso, una vuelta a los orígenes, un replanteamiento vital sobre que hemos hecho y qué es lo que vamos a hacer en el futuro.
Para los que hemos sufrido esa peculiar “crisis existencial”, nos damos cuenta de que algo ha fallado a la hora de adquirir unos determinados valores y conocimientos a lo largo de nuestra vida, y la falta de estos hace que de repente brote en nuestro interior “la duda” sobre lo que queremos ser.
Si bien nunca es tarde para intentar, para soñar, para saltar los imposibles, se hace más fácil si tenemos un entrenamiento previo, y sobre todo si este lo comenzamos a una edad temprana. Pero esto es una utopía en nuestro sistema educativo. Como padre de dos hijos, uno adolescente y otro pre-adolescente, me preocupa su futuro, por eso hay que pasar a la acción.
No me gustaría que sufriesen su propia crisis existencial, trabajando en algo que no les satisfaga, en donde no se sientan realizados tanto personal como profesionalmente, en definitiva en donde no sean felices.
Como padre, me gustaría que todos nos planteásemos el futuro de nuestros hijos, e intentáramos en la medida de lo posible orientarlos, y ofrecerles las herramientas necesarias para que puedan sobrevivir en el difícil e incierto futuro que les espera.
El nombre La Akademia está inspirado en la Academia de Atenas, una escuela filosófica fundada por Platón en el siglo IV a C. en los jardines de Akademo, un héroe legendario de la mitología griega. Su objetivo consistía en promover la sabiduría entre los jóvenes.
Hace ya algún tiempo que me pregunto qué habría sido de mi futuro si alguien hubiera plantado en mí una semilla, pero una semilla “especial”, “mágica”, que al nacer en mi interior me hubiese dado las herramientas necesarias para tener un crecimiento exponencial como persona.
Todos en la vida deberíamos en algún momento cuestionarnos para que estamos aquí, cual es nuestro propósito, o en donde y en quien queremos dejar huella. La famosa crisis de los cuarenta no es más que eso, una vuelta a los orígenes, un replanteamiento vital sobre que hemos hecho y qué es lo que vamos a hacer en el futuro.
Para los que hemos sufrido esa peculiar “crisis existencial”, nos damos cuenta de que algo ha fallado a la hora de adquirir unos determinados valores y conocimientos a lo largo de nuestra vida, y la falta de estos hace que de repente brote en nuestro interior “la duda” sobre lo que queremos ser.
Si bien nunca es tarde para intentar, para soñar, para saltar los imposibles, se hace más fácil si tenemos un entrenamiento previo, y sobre todo si este lo comenzamos a una edad temprana. Pero esto es una utopía en nuestro sistema educativo. Como padre de dos hijos, uno adolescente y otro pre-adolescente, me preocupa su futuro, por eso hay que pasar a la acción.
No me gustaría que sufriesen su propia crisis existencial, trabajando en algo que no les satisfaga, en donde no se sientan realizados tanto personal como profesionalmente, en definitiva en donde no sean felices.
Como padre, me gustaría que todos nos planteásemos el futuro de nuestros hijos, e intentáramos en la medida de lo posible orientarlos, y ofrecerles las herramientas necesarias para que puedan sobrevivir en el difícil e incierto futuro que les espera.
Llevar esto a buen término no es imposible, pero nadie dijo que fuera fácil, porque conectar con los jóvenes de hoy en día no es fácil, además los hijos siguen sin traer libro de instrucciones...
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